El domingo 27 de noviembre comienza el primer domingo de Adviento, tiempo para prepararnos para la venida de Jesús niño. La palabra ‘adviento’ proviene del latín y quiere decir ‘llegada’. En el cristianismo, el adviento se asocia con la doble venida de Jesucristo: la primera, hecho hombre y nacido de la Virgen María, se celebra el 25 de diciembre. La segunda será «con gloria, para juzgar a los vivos y a los muertos» al final de los tiempos. El adviento, pues, es preparación jugosa en Navidad y tiempo para considerar que nuestra vida se proyecta más allá de la estancia terrenal. Hay varias tradiciones que ayudan a vivir la preparación que significa el Adviento. Coronas de adviento, hacer el pesebre, calendarios de adviento con una reflexión diaria, decoraciones navideñas, acciones de voluntariado, ensayos de pastorcillos o pesebres vivientes, recogida de alimentos y juguetes, cantadas de navidades… son algunas de las opciones que ayudan a vivir bien este tiempo litúrgico. El morado, color propio del adviento, simboliza la preparación espiritual. También es propio el color rosado, que se utiliza en la misa del domingo Gaudete (el tercero de Adviento) para indicar la proximidad de Navidad.