Este próximo domingo 19 de mayo celebramos Pentecostés, una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, descubre su origen y sus singularidades.

Significado: Celebración de la Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Virgen María cincuenta días después de la Resurrección de Jesucristo.

Significado de Pentecostés:

Fiesta que cierra el Círculo Pascual: Pentecostés cierra el período pascual.

Cumplimiento de la Promesa: La promesa de Jesucristo de que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiar a los Apóstoles en su misión evangelizadora.

Relación con la Resurrección de la Venida del Espíritu Santo: Subraya la conexión entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión, y la Venida del Espíritu Santo.

¿Quién es el Espíritu Santo?

Definición: El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad.

¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo?

Sabiduría: La efusión del Espíritu Santo concede como don la sabiduría que nos asiste y nos apoya en el camino de la vida. El Espíritu de Dios es el maestro interior que hace sabio el corazón de los sencillos y lo abre para acoger la palabra de Jesucristo, Sabiduría del Padre.

Entendimiento: El don que revela a nuestras mentes la voluntad de Dios, ayudándonos a comprender mejor sus planes y propósitos.

Ciencia: El Espíritu introduce el conocimiento de los misterios del Reino de Dios. No se trata de conocimiento intelectual sino de experiencia de Dios, en Jesucristo. El Espíritu enseña las palabras de Jesús, las escribe en el corazón de los fieles, las recuerda a los distraídos y educa para vivir cristianamente en el mundo.

Consejo: Se nos revela a través de la inagotable fuente de la Palabra de Dios. Lo podemos relacionar con los términos bíblicos de luz y de guía espiritual.

Fortaleza: Es un don divino que nos hace constantes en la fe, nos fortalece para resistir el mal y nos da el valor de testimoniar con las palabras y las obras a Cristo, crucificado y resucitado.

Piedad: Expresa la actitud que guía las intenciones y las obras ante Dios y los demás, según el pensamiento divino. Se opone a la impiedad, cuyas variadas manifestaciones y consecuencias son a menudo descritas en los Salmos y en los libros sapienciales.

Santo temor de Dios: Es una actitud espiritual que no se puede reducir al miedo del hombre ante la trascendencia y la santidad divinas. Expresa, en cambio, la conciencia de quien, sintiéndose amado y tocado por Dios, no puede vivir fuera de la lógica y de las exigencias de la Alianza.

«El Espíritu Santo es esencial para la vida de los cristianos»

La carta dominical del cardenal Omella de este próximo domingo 19, Domingo de Pentecostés, llamada «El Espíritu, aliento de vida» relata muy bien esta celebración tan importante para la Iglesia católica. «Pentecostés tiene su origen en una antigua fiesta agrícola en la cual se ofrecían a los dioses los primeros frutos de la cosecha del año. Más adelante, los judíos celebrarían y celebran hoy el momento en que Dios entregó la Ley a Moisés en el monte Sinaí. Y los cristianos rememoramos el día en que los apóstoles recibieron el Espíritu Santo y fueron llenados de una fuerza tan grande que los impulsó a ser testigos del Evangelio en todo el mundo».

El cardenal Omella nos recuerda la importancia de reconocer el Espíritu Santo en nuestras vidas. «Es el protagonista de muchos pasajes de la Sagrada Escritura. Lo encontramos al principio de la Biblia colaborando con Dios en la creación del mundo», explica.

El Arzobispo de Barcelona remarca en su carta dominical: «El Espíritu Santo es esencial para la vida de los cristianos. Lo que ocurrió en Pentecostés no es solo un hecho del pasado. El Espíritu sigue soplando y renovándonos. Nos da fuerza para que seamos luz y Buena Noticia para nuestros hermanos. Gracias al Espíritu Santo, el Evangelio se convierte en Palabra viva que transforma nuestra existencia. Gracias al Espíritu, Dios es cercano, es como un amigo que nos ofrece su amor y su amistad. Él espera que lo acojamos con fe y que le ofrezcamos nuestra colaboración».