El jueves 28 de septiembre recordamos la dedicación de nuestro templo a Dios. Desde que nuestra Parroquia fue incendiada por los revolucionarios (20/07/1936), reconstruida (1940-1947) y bendecida solemnemente (11/05/1947), la comunidad no ha dejado de procurar el embellecimiento del templo.

El punto culminante fue el día de la consagración a Dios en 1996 del nuevo altar mayor y de las columnas del templo ungidas con el santo crisma. Ese día tomamos conciencia de ser piedras vivas del templo santo de Dios que somos nosotros. Desde entonces, no hemos cesado de procurar nueva belleza con las pinturas, con nuestro respeto y nuestra plegaria.